El rendimiento de mi cartera en 2021 ha sido del -1,87%. Mirando estos primeros días de 2022, ahora mismo la pérdida se quedaría en un 0,64%.
Este rendimiento es una absoluta mierda, habida cuenta del +30% que ha sacado el S&P500, el +21% del Eurostoxx 50, el +8% del Ibex 35 y el -6,7% de la unidad de medida.
He borrado las cifras totales porque ya es divulgar demasiado, pero no he sacado nada, he ido poniendo más.
Empecé el año metido en tecnológicas chinas y criptomonedas, y tuve ahí un arreón del +30% en pocos días. Me pinchó la burbuja china en las manos, aunque pude salir reteniendo aún un +5%. Liquidé también Bitcoin y Ethereum y pasé a los cortos en los bonos, con un apalancamiento muy excesivo, y ahí empezaron las pérdidas. Recuperé un poco con las materias primas y algunas empresas supuestamente baratas españolas (ACS, Viscofán e Inditex), pero de ahí también salí, cada vez tenía más miedo. Estaba convencido de que el mercado se iba a caer y quise salvarme con una estrategia largo/corto Eurostoxx 50/Nasdaq. Ahí ya se me fue el tema de las manos y en pocos días el Nasdaq subió y el Eurostoxx 50 bajó, con lo que cerré la posición con una pérdida aún mayor que con los bonos. Pude rehacerme parcialmente pasando a largo en el Nasdaq, pero con demasiado miedo, y cerré la posición a mediados de julio. Ahí me paré y miré mi operativa: 34 activos distintos, seis divisas y más de 500€ gastados en comisiones, para no haber ganado prácticamente nada en el año.
Mientras tanto, hasta el tonto del pueblo llevaba ya un +10%. Y, lo que era peor, yo arrastraba una afectación al sueño. No soy un tío que se adiccione a operar, ni que se cague cuando las cosas bajan, ni que se quede congelado en el error, pero sí que voy dándole vueltas a la cabeza, atiborrándome de información de unas fuentes y otras, y acabo despertándome a las cuatro de la mañana pensando en los futuros del Hang Seng Tech.
Mi lectura de la situación en julio era la misma que la actual: hay una burbuja muy evidente en los bonos creada por el QE, y esa burbuja ha arrastrado a la renta variable, aunque a unas áreas más que a otras.
A finales de julio cambio mi estrategia y decido mantenerme concentrado en unos pocos valores, para al menos no tener que andar "sudando la camiseta" para moverme como pollo sin cabeza. Esos valores son los mismos que tengo hoy: Berkshire Hathaway, Neinor y Catalana Occidente. Desde el 18 de agosto no he operado. Estoy invertido al 100%, pero no uso margen. Esto no ha dado tampoco mejor resultado, de momento, básicamente subió un poco para agosto, estuvo cayéndose todo el otoño y en diciembre ha recuperado. Berskhire ha sido la que me ha sostenido, porque Neinor tuvo un bajón y está ahora un 4,7% por debajo del precio al que compré, y Catalana Occidente cotiza aún un 6,5% por debajo de mi precio de compra.
La mayor pérdida la he tenido con el corto en los bonos, seguido del corto en el Nasdaq. Entre los dos, se me fue como un 7% de la cartera. La mayor ganancia ha sido la del fondo Elwood Global Blockchain, seguida por Berkshire Hathaway.
No voy a volver a hacer el Druckenmiller con especulación cortoplacista, porque creo que ni Druckenmiller ya invierte así. Es opinable si se gana más operando mucho u operando poco, no es opinable que operando poco se trabaja menos, se pagan menos impuestos y comisiones y se duerme mejor.
El problema del no operar es cómo evitar la adicción a la información, a toda esa farfolla de la caterva de cantamañanas que satura el YouTube. Yo mismo me he llegado a convertir en uno de ellos, aquí he estado todo el año echando parrafadas y al final se ha demostrado que el valor de todo lo dicho ha sido negativo. Creo que la gente en la bolsa tiene miedo, y enseguida se arrima a estos "amiguitos" porque así calman ese miedo, pero de ahí viene la adicción a la información, el acelerar la mente y el acabar operando de más.
José Luis Cárpatos produce vídeos de análisis bursátil a diario, mañana, tarde y noche. El sábado se tira hora y media dándole la vuelta a cada detalle. Aparte, va sacando noticias y comentarios "al segundo". Se le tiene por uno de los mayores expertos de España. A finales de 2019 comenzó a gestionar una SICAV en Gloversia llamada "Multimercados Equilibrada". El 1 de abril de este año pasado comenzó con otra más cañera: "Gloversia Dinámica". La equilibrada sacó en 2020 un +2,84% y en 2021 ha sacado un +1,45%. La "Dinámica", que se supone que acepta más volatilidad a cambio de más rendimiento, ha sacado en 2021 un +3,35%, pero la gestión suya comienza el 1 de abril. Miro en Finect la evolución de esa SICAV desde el 1 de abril, y me saca que su valor liquidativo ha subido un céntimo hasta el 30 de diciembre, el +0,68%. ¿Qué ha hecho Cárpatos en este tiempo? ¿Cómo no ha seguido la estela de su querido S&P500, que desde el 1 de abril ha subido un +19,32%? Está todo el día con las velas japonesas, en la rayita ésta sube, en la rayita ésta baja, de aquí no pasa, a partir de aquí se va a la media de 200, y si esto lo rebasa se pegará otro bajón, todo lo controla en su pantalla, pero la vaca americana ha seguido dando litros y litros de leche y él no ha probado ni gota.
Y yo le digo a don José Luis que no se enfade, pero es que yo no quiero parecerme a él, no veo futuro en esa continua adicción. Reconozco mis errores de 2021 y me propongo dejar de una puta vez de intentar conocer aquello que escapa a mi capacidad. No hay forma de ganar sin afrontar lo incierto, es como querer ganar medalla en la maratón sin sudar.
Y es Cárpatos el que se ha llevado hoy la cachetada, pero podría poner aquí a muchos otros, incluidos reputados gestores de fondos.
Y, en cuanto a mi cartera, estoy convencido de que va a subir en 2022, la veo barata y fuera de las modas. Lo que no tengo tan claro es que los índices vayan a bajar, como me gustaría, y al final el que menos se complique la vida será el que gane más. Si en 2022 mi rendimiento sigue siendo malo, es posible que ni escriba otro artículo aquí.
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