Toda la vida creyendo que todo lo que había eran "magufadas" y gente con esquizofrenia, y el 25 de junio sacó el Pentágono un informe oficial en el que reconoce que hay causas múltiples, errores de los radares, gente que alucinó, pero que los OVNIs, haberlos haylos.
Y dice el informe:
"Algunos Fenómenos Aéreos no Identificados (UAP) aparentan permanecer estacionarios en vientos fuertes, moverse contra el viento, maniobrar abruptamente, o moverse a velocidades considerables, sin un medio de propulsión discernible. En un número pequeño de casos, los sistemas de las aeronaves militares procesaron energía de radiofrecuencia asociada a estos avistamientos de UAP.
Y, junto con esto, se han desclasificado tres vídeos grabados por cazas militares que habían salido al encuentro de los OVNIS.
En uno de esos vídeos, una especie de peonza viaja a velocidades supersónicas contra un viento de 200 km/h. y luego se pone de lado y sigue viajando a la misma velocidad en la misma dirección. En otro vídeo, hay una especie de "píldoras" blancas, de unos 12 metros de largo, que hacen maniobras imposibles, aceleran a velocidades que matarían a cualquier piloto y hasta se sumergen en el agua para volver a salir a toda velocidad. Los pilotos refirieron una especie de "bandada" de unas 30 de esas "píldoras". Hay dos detalles importantes en este último episodio:
Una de las aeronaves, al sumergirse en el agua, dejó un rastro de espuma perfectamente visible, lo que descarta la hipótesis de que fuesen simplemente fenómenos ópticos.
Otra de las "píldoras" se puso a una distancia exacta de uno de los aviones y siguió exactamente sus movimientos, igual que cuando le dices a un Tesla que se mantenga a 10 metros del coche delantero. Esto prueba que hay una inteligencia que conduce estas aeronaves.
Entonces, después de leer esto, de ver el movimiento histórico que ha tomado el Pentágono, quedé intrigado y encontré en el Netflix una docuserie titulada Ovnis: proyectos de alto secreto desclasificados. Ahí se repasa ya todo el fenómeno, desde los sucesos de Roswell hasta las investigaciones de Luis Elizondo, pasando por los relatos de personas abducidas, los avistamientos colectivos y algunos científicos bastante serios que hablan de cosas absolutamente increíbles.
La docuserie es larga y yo voy a agrupar aquí los contenidos de mayor a menor credibilidad:
Elizondo es el que ha roto el tabú y ha abierto toda la caja de Pandora. Este tío fue durante muchos años oficial de contrainteligencia del Pentágono y fue designado para dirigir un programa llamado Advanced Aerospace Threat Identification Program. El objetivo de este programa era identificar el origen de los múltiples OVNIs que se iban encontrando las fuerzas armadas norteamericanas y determinar si podían constituir una amenaza para la seguridad. Elizondo dice que se le eligió a él por su formación científica (ha estudiado microbiología, inmunología y parasitología), su experiencia en la protección de la tecnología aeroespacial norteamericana como agente de contrainteligencia y su "falta de interés en la ciencia ficción". A partir de ahí, Elizondo se pone a investigar de 2007 a 2017 el tema, accediendo a información clasificada, aunque bajo un acuerdo de confidencialidad. A partir de 2012, el Pentágono declara extinguido el programa, aunque Elizondo dice que siguió trabajando hasta 2017, cuando abandona el programa y se desvincula del Pentágono por desavenencias con los altos cargos, porque, según él, intentan obstaculizar sus investigaciones. Esto deja a Elizondo relativamente libre para hablar del tema en todas partes, y es lo que hace.
Por ejemplo, en una especie de conferencia publicada el 25 de noviembre, dice cosas de este tipo:
"Hay cinco cosas observables cuando tú contemplas algo como un UAP que son verdaderamente únicas:
Aceleración instantánea.
Velocidad hipersónica.
Baja observabilidad.
Desplazamiento "transmedio", es decir, capacidad para operar en múltiples entornos o contextos.
Antigravedad: la capacidad para volar sin alas, superficies de control, ausencia de signos obvios de propulsión, ni tan siquiera una cabina".
"Cuando tú buscas la documentación oficial de nuestro país, te das cuenta muy rápido de que hemos estado viendo esta tecnología durante décadas, y cuando comparas con dónde estábamos a finales de los años 40 o en los 50, estábamos aún explorando los secretos de los átomos, acabábamos de entrar en la era de los jet y ni tan siquiera habíamos estado en el espacio, y estas tecnologías superan con mucho cualquier cosa que tengamos ahora".
"Si no es nuestra tecnología, y no es tecnología de nuestros adversarios, entonces, ¿quién o qué es? Y ahí es donde estamos ahora en la conversación".
"Hay muchas cosas de las que no puedo hablar, mi argumentación sería más persuasiva si ustedes pudieran ver algunos de estos datos".
"El ejemplo más convincente que he encontrado es de noviembre de 2004, cuando el portaaviones nuclear USS Nimitz estaba realizando maniobras en la costa de San Diego, California, junto con otras embarcaciones militares, incluyendo submarinos. Ahí, uno de los barcos acompañantes, que tenía la última tecnología de radar, detectó una anomalía muy extraña. El portaaviones USS Nimitz, con su propio radar, confirmó la anomalía, e incluso un avión espía Grumman E-2 Hawkeye, y todos se ponen a observar algún tipo de objeto, por llamarlo objeto, que desciende desde 80.000 pies en menos de un segundo hasta quedar suspendido a 80 pies sobre el agua. Fue algo tan sorprendente que decidimos hacer despegar a dos de los F/A-18 Super Hornet con los comandantes Dave Fravor y Alex Dietrich. Dave Fravor era uno de los pilotos de más alta graduación e instructor. Estos pilotos están entrenados para identificar, por ejemplo, la diferencia entre un SG22 y un MIG-25 o un F-16 a 20 millas de distancia, y derribarlos si hace falta. Estos pilotos se acercan a la zona y lo primero que ven es algo de turbulencia en la superficie del agua, y Dave decide hacer una maniobra para bajar y acercarse más y se encuentra con algo que describe como un "tic tac" [pildorita blanca de menta que se vende en los EEUU]. Tiene como 40 pies de largo [12 metros], no tiene ventanas, no tiene alas, no tiene superficies de control, no hay signos obvios de propulsión. Pero este objeto es visto por cuatro personas distintas en cuatro aviones distintos rebotando en la superficie del agua como una pelota de pin pon. Cuando el piloto baja y se acerca más, esta cosa comienza a reaccionar y mantiene una distancia exacta y vuela en paralelo al avión de Dave Fravor. Esto nos dice, en primer lugar, que hay una inteligencia que la controla. El comandante, en ese momento, decide ir a por ella, acelera a tope pero esta cosa, de manera inmediata, como en un chasquido, desaparece en el horizonte en aproximadamente un segundo. Y lo que asusta más es que, en menos de cinco segundos, este objeto es detectado nuevamente por los radares a 60 millas de distancia, en el punto de encuentro establecido por nuestros aviones, esperándolos. El punto de encuentro es una posición que nadie más conoce salvo los pilotos, es donde se supone que se reencuentran al terminar la misión. Entonces, esta cosa no sólo fue capaz de anticipar los movimientos de los cazas, sino de moverse 60 millas en cinco segundos, haced el cálculo. Esto está muy por encima de nuestras capacidades actualmente".
Elizondo habla del otro vídeo de 2015, en el que sale un platillo volante que se pone de lado y sigue volando igual:
"Lo que veis en la pantalla en la telemetría es la altitud, se puede ver que este objeto está rotando pero no perdiendo altitud, que es lo que ocurriría con cualquier avión. Y puedes oir a los pilotos diciendo que va a 120 nudos contra el viento. Entonces, no estamos hablando de un globo aerostático. A 25.000 pies de altitud no estamos hablando de un cuadricóptero o un dron y no estamos hablando de un avión. Y, además, una cosa que no se ve en el vídeo pero se oye en la desesperación de los pilotos es que hay una flota entera de esos objetos. Parte de nuestra investigación fue ir a hablar con los pilotos y preguntarles qué vieron exactamente. Cuando dijiste que había una flota completa, ¿qué aspecto tenían? ¿Cómo se maniobraban? ¿Qué estaban haciendo? Éste es probablemente uno de los mejores vídeos que ha sido abierto al público, te diría que hay muchos más vídeos que en mi opinión son aún más convincentes, sólo que aún no han sido publicados porque aún son material sensible, están clasificados en algún grado".
"Si estos vídeos son verdaderos o falsos, ahí ya no hay debate, esto es un hecho, aquí es donde estamos. La pregunta es: ¿esto qué es? ¿De dónde vienen? ¿Qué buscan? ¿Y qué deberíamos hacer al respecto?".
Elizondo dice luego que el jefe de la NASA ya ha reconocido que el tema es real, y junto con él ex jefes de la CIA, ex presidentes de los EEUU y actualmente congresistas y senadores.
En otro momento de la entrevista, dice que cree que el Pentágono tiene algún tipo de "material exótico". En la jerga ufológica, "material exótico" significa naves accidentadas o incluso cadáveres de alienígenas. De esto hablo más abajo.
Elizondo habla también, en otra entrevista, de que la capacidad para cambiar instantáneamente de dirección que muestran estos objetos les hace soportar unas 600 Gs, cuando el máximo que una persona puede soportar es de 9 Gs y los mejores aviones pueden soportar 16 Gs [cada G es una vez la fuerza de la gravedad]. Explica también que el SR-71 BlackBird, cuando va a 3.200 millas por hora y quiere hacer un giro de 90º, toma casi la mitad del estado de Ohio para hacerlo, y esos objetos giran de manera instantánea. También dice que vuelan igual en el aire que en el espacio exterior e incluso debajo del agua.
Estos avistamientos han sido hasta ahora la única fuente mínimamente fiable, aunque no están reconocidos oficialmente por un organismo gubernamental. Hay muchos ejemplos de apariciones de naves en muchos países con decenas de personas que explican coherentemente lo sucedido. No es que esto constituya una prueba científica, pero cualquier tribunal aceptaría como cierto algo que corroboran de manera coherente tantos testigos oculares.
El más multitudinario de estos avistamientos es el que ocurrió en Bélgica entre 1989 y 1990. Más de 13.500 personas declararon haber visto flotando sobre sus cabezas unos inmensos triángulos negros del tamaño de dos campos de fútbol. Estos triángulos no hacían ningún ruido, simplemente pasaban lentamente.
En Melbourne, en 1966, unos doscientos estudiantes y profesores de dos escuelas declararon haber visto un platillo volante que se posó en la hierba y luego se marchó.
A partir de ahí, hay muchos otros avistamientos, los más recientes ya incorporan fotos, aunque siempre suele haber alguna versión oficial que encuentra alguna excusa, como materiales que se cayeron de estaciones espaciales o incluso alucinaciones causadas por mayonesa en mal estado. Nunca se ha aceptado oficialmente que estas cosas fuesen reales y, en general, los que contaban los sucesos acababan con el estigma de "magufos" y eran desacreditados.
En la docuserie de Netflix se habla también de avistamientos muy sonados en la Unión Soviética. El más importante es el de Vorónezh, y parece que los científicos rusos sí que lo aceptaron, según publicó en España el ABC:
Los científicos soviéticos insisten en la existencia del «ovni». El director del laboratorio de Geofísica de Voronezh, Guenrij Silanov, afirmó ayer que «algo muy extraño ha ocurrido en Voronezh. Tenemos pruebas del aterrizaje de un "ovni" en la ciudad y en nuestro centro se están investigando las huellas que dejó en el suelo».
Pero la prensa occidental hizo mucha burla del tema y echó tierra al asunto. Parece que incluso algunos cazas soviéticos intentaron disparar a este OVNI y fueron inmediatamente abatidos.
En Canarias también hubo un sonado avistamiento en 1979 que no ha sido aclarado nunca.
Y así podría seguir poniendo casos. Siempre hay decenas de testigos que ni están locos ni han tomado LSD, todos dicen lo mismo, todos se mantienen en una versión coherente, las autoridades investigan un poco y luego ponen alguna excusa peregrina, o directamente se olvidan del tema.
Los personajes más pintorescos del folclore ufológico son los abducidos, la gente que afirma que una fuerza electromagnética los ha elevado hasta un platillo volante, que allí se encontraron a unos alienígenas que les tomaron muestras y que luego los devolvieron a la tierra. A esto yo nunca he dado ninguna credibilidad, y ahora tampoco se la doy, si bien hay que considerar el caso de Travis Walton. Aquí hay una abducción ante seis testigos, que son sus compañeros de trabajo. El platillo volante, simplemente, se les puso delante en una carretera, Travis se bajó de la furgoneta y le cayó encima un rayo de luz y fue abducido. Al volver al pueblo y contar la historia, sus compañeros son acusados de asesinato. La policía peina toda la zona con perros y gente voluntaria, el caso aparece en las noticias. Ponen a los seis acusados frente a un detector de mentiras y el resultado es que supuestamente dicen la verdad. Les hicieron interrogatorios duros por separado y siguieron manteniendo su versión, de modo que incluso el sheriff Marlin Gilespie dijo que pensaba que decían la verdad. Al cabo de cinco días, Travis Walton llama desde una cabina telefónica a 50 km. del lugar de su desaparición, su familia va a por él y delante de las autoridades corrobora la versión de sus compañeros y cuenta sus peripecias con los extraterrestres, que tenían la típica cabeza calva, los brazos flacos y la estatura de El Fary. Dijo que lo habían dejado inconsciente con una especie de anestesia y se había encontrado luego tirado en la autopista. En el documental de Netflix, Walton enseña unas radiografías que supuestamente muestran un pequeño chip que los extraterrestres le implantaron en la rodilla para ir obteniendo datos. Hay también unas manchitas detrás de la rodilla que los médicos no saben reconocer.
No digo que la historia de Travis Walton demuestre nada, pero, dado que ya el Pentágono acepta la existencia de los OVNIs, pues podría respetarse un poco más el testimonio de este señor. No sé si se puede extraer ese chip con una operación, o si habrá que esperar ya a cuando se le haga la autopsia.
Hay otra especie ufológica que es el científico que afirma haber estado en instalaciones de alto secreto y haber visto naves capturadas e incluso cadáveres de estos humanoides post-sapiens.
El más destacado de estos científicos es Emery Smith, un cirujano militar de los EEUU especializado en autopsias. Según dice en su web, su perfil más científico que el de los otros cirujanos, porque estaba formado en biología y genética, hizo que el Pentágono se interesase por él y le ofreciese trabajar en el Sandia National Laboratory y el Los Alamos National Laboratory. El trabajo de Emery Smith estaba centrado en el "departamento de investigación genética clasificada, el departamento de hematología y las instalaciones de ingeniería y pruebas de tejidos". Y dice que uno de sus proyectos fue el desarrollo de una base de datos de tejidos de "orígenes desconocidos" recopilados en "áreas clasificadas". En el documental de Netflix, este hombre afirma haber realizado múltiples autopsias a cadáveres alienígenas e incluso explica que estos seres comparten gran parte de su código genético con el ser humano, que hay varias especies pero que siempre son bípedos implumes con brazos largos. No me parece muy creíble su declaración, porque debería dar más detalles, como sí los da Luis Elizondo, tendría que haber hecho dibujos o haber escrito informes muy detallados sobre lo que ha ido descubriendo en años de investigación. Lo que hace Emery Smith es más bien dar conferencias con titulares vistosos sobre este tema y sobre viajes astrales y otras historias. No parece que los medios le hayan dado credibilidad, creo que incluso menos que a Travis Walton. Un cirujano puede perfectamente haber enloquecido. Aunque, viendo lo que ha pasado con los OVNIs, que nadie descarte que salgan mañana diez o doce marcianitos congelados.
En el documental aparecen otros científicos que cuentan historias similares. El que más me ha interesado es uno que dice que le enseñaron en un sótano un "motor" de una nave. Lo que vio dice que era una especie de berenjena del tamaño de un autobús, sin ningún tornillito ni engranaje, un material homogéneo y amorfo con la textura del "vientre de una rana" que se deformaba al apretarlo con la mano. Le preguntaron si tenía algo de idea de cómo aquello funcionaba y dijo que no. Según esta persona, hay decenas de científicos trabajando en ingeniería inversa con los restos de estas naves accidentadas, e incluso apunta a que los descubrimientos que están saliendo en el campo de los nuevos materiales, las baterías de litio y otras cosas tienen que ver con esto.
Hay otro rumor que dice que la empresa Lockheed Martin tiene una nave alienígena en un hangar y que la va despiezando e investigando. El senador por Nevada Harry Reid se ha hecho eco de este rumor.
No aparece en el documental Bob Lazar, que desde hace años cuenta historias más bien demenciales pero que tiene cierto predicamente en los círculos ufológicos y fue entrevistado hace tres años en el show de Joe Rogan.
De entrada, pienso que los materiales que han salido a la luz no son todos los que hay. Lo normal es que hayan lanzado un pequeño globo sonda para ver la reacción de la sociedad, si se ponen histéricos, si intentan montar otra religión o si se les echan encima por haber ocultado las cosas durante tantos años. Una vez haya quedado claro que a la gente estos descubrimientos ya les dan casi igual, acabarán sacando todo lo que tienen.
Pero, mientras tanto, éstas son las cosas que sabemos ciertas:
Existen en la Tierra artefactos que vuelan y se sumergen en el agua que no han sido fabricados por el ser humano.
La tecnología de esos artefactos es muy superior a la que dispone hoy la Humanidad.
Esos artefactos están gobernados por alguna inteligencia.
Hace como mínimo 70 años que se tiene conocimiento de la existencia de esos artefactos.
Toda la información ha sido ocultada durante estos 70 años por las autoridades de EEUU y Europa, como mínimo.
Aceptando esto, para mí se abren dos grandes posibilidades:
Si no se demuestra que detrás de esos artefactos hay humanoides, entonces para mí lo más probable es que sean sondas no tripuladas enviadas por alguna civilización muy lejana, que se puede situar a varios años luz. Estas sondas las mandamos nosotros también por aquí por el sistema solar, y no están diseñadas en ningún caso para entrar en combate o lanzar bombas. Por eso no nos han agredido todavía y simplemente han intentado que no las tumbemos. ¿Cómo se gobiernan esas sondas? ¿Hay un manejo en directo por telepatía o algo que aún no conocemos? ¿Son simplemente drones con una inteligencia artificial incorporada en el mismo artefacto? ¿Pueden bastarse a sí mismas, aunque su civilización de origen haya desaparecido (porque pueden venir de miles de años luz de distancia)? No lo sabemos, aunque, mientras no aparezcan los humanoides, yo estaría tranquilo y simplemente intentaría derribar alguna de esas sondas para ver si puedo aprender algo de su funcionamiento.
Ahora bien, si se demuestra que hay humanoides detrás de esos artefactos, el asunto es mucho más complejo. En primer lugar, habría que explicar por qué esos seres son una evolución genética nuestra, lo que apuntaría a viajes en el tiempo hacia el pasado, porque esos humanoides parecen resultado de nuestra evolución, de la tendencia que ya venimos observando a tener cada vez la cabeza más grande y menos pelo y fuerza muscular. No es posible que se haya originado vida en otros planetas muy lejanos y que la evolución de esa vida haya llevado, al cabo de millones de años, a unos personajillos que comparten la mayor parte de su código genético con nosotros. Esos humanoides sólo podrían tener un origen, que es la Tierra, y sólo podrían darse en un futuro, porque actualmente aquí no están. La física actual piensa que los viajes en el tiempo son imposibles, entre otras cosas porque al futuro nunca podrías volver, entrarías en un bucle infinito, como sabe cualquier programador. A no ser que puedas moverte en otra dimensión, es decir, abrir un hilo nuevo de ejecución y ahí volver a un pasado igual pero paralelo. Todo esto entra ya en el campo de la literatura de ciencia ficción.
Una vez que hubiésemos confirmado que los humanoides que nos observan son, simplemente, nuestros descendientes, habría una parte de la Humanidad que buscaría entrar en contacto con ellos. Obviamente, su inteligencia sería muy superior, pongamos simplemente que su capacidad craneal es el doble y que su cerebro multiplica por dos el número de neuronas (los científicos han demostrado que, ahora mismo, el número de neuronas de nuestros cerebros aumenta en 150.000 cada generación). Entonces, las neuronas son una red, si el número de sinapsis posibles es el cuadrado del número de neuronas, imaginaos el número de sinapsis con el doble de neuronas, la capacidad mental de estos seres nos desbordaría absolutamente. Para ellos, seríamos simplemente un homo habilis, nos manejarían sin dificultad. Si ya tenemos el problema de los judíos, que son un poco más inteligentes que nosotros y nos ponen de rodillas como quieren, entre monoteísmos, marxismos y facebooks, ¿qué podrían hacer estos tíos con nosotros? Si les diese por contactar y comunicarse, nos domesticarían y ya no tendríamos ni ciencia ni arte propios, estaríamos nada más que esperando a ver qué nos van a decir. Si se les ocurriese usarnos de esclavos, lo harían perfectamente. Si se les ocurriese quedarse con la Tierra y dejarnos en una reserva, lo harían perfectamente. Si se les ocurriese exterminarnos o dejarnos en zoológicos, también. Quiero decir que un ser humano buscando a estos humanoides para "entrar en contacto" es lo mismo que un maya saliendo al encuentro de Colón.
Hay que seguir investigando, y hay que ver qué hacen los gobiernos con los materiales clasificados. Cuanto más tarden en publicarlos, más se alimentará la fantasía y más riesgo habrá de que un día aparezcan y nos monten otra religión. Hay, simplemente, que decir la verdad: "Mirad, esto está aquí". Y, a partir de ahí, estar prevenidos.
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