18 de abril de 2022
Situación de mercado

Desde principios de año, las bolsas vienen desinflándose, una vez que se les han quitado los estímulos. Esto estaba en el guion y no tiene nadie que sorprenderse. La pregunta es hasta dónde va a llegar la caída, si estamos ante un mercado bajista de larga duración o si estamos en un ajuste de peres en un ciclo económico fuerte.

La inflación se está enquistando y, a fecha de hoy, es un problema serio. Los bancos centrales están haciendo los deberes, cada uno a su manera, creo que la Fed lo hace mejor que el BCE. En EEUU, ya tienen el bono a 10 años casi en el 3%, las hipotecas a tipo fijo por encima del 5% y los repos inversos en máximos históricos. Estas cifras ya empiezan a picar y vemos que los coches usados ya han estabilizado su precio y la madera para construcción se ha desplomado casi un 40% desde finales de febrero. No hay economía que se resista a las subidas de tipos, es como inyectarle insulina a un tío, el azúcar le baja sí o sí. La inflación en EEUU se va a calmar, creo que se está calmando ya, y el problema viene por la afectación que esto va a tener en las cuentas de resultados. En los próximos días iremos viendo lo que surge.

Para mí, el bono no va a ir mucho más allá del 3%, porque, al partir de cifras tan bajas, el daño que eso hace a unas empresas acostumbradas al crédito barato es muy grande. Además, ya la caída del precio de la madera indica enfriamiento de la construcción, y esto siempre tuerce el ciclo.

Tampoco soy muy pesimista, no creo que haya recesión, pero sí creo que habrá selección natural, lo débil irá quebrando y lo fuerte seguirá creciendo. No sólo es la inflación, es la reconversión de sectores ya iniciada durante la pandemia.

En un entorno de crecimiento más lento e inflación controlada, yo no me voy a poner aún más largo de cíclicas y materias primas, de hecho he tomado ya posiciones en las tecnológicas. Los tipos más altos les afectan en cuanto a sus múltiplos de cotización, pero ni han de pagar más por su deuda, porque no tienen, ni van a sufrir por la caída del consumo, porque son muy poco cíclicas. Entonces, pienso que el ajuste del PER en Microsoft o Apple está cerca de completarse y que sus resultados van a seguir siendo muy buenos.

Tomando el ejemplo de Microsoft, puede verse que en el otoño de 2018, cuando el bono a 10 años superó el 3%, su PER estaba por 25. Ahora está en 29,8, lo que daría todavía una caída adicional del 20% en su cotización si el ajuste fuese inmediato. Pero ese 20% lo va a ganar en resultados de aquí a final de año, lo que nos llevaría a que, aunque el bono no se calme, la cotización debería acabar el año un poco por encima del precio actual. Y si, como yo creo, aparecen cifras más bajas de inflación a partir del verano y el bono vuelve al 2%, aproximadamente, Microsoft pegaría un tirón al alza. Un bono sostenidamente por encima del 3% no me parece probable, porque ya se vio en 2018 que la economía no lo soporta. Para llegar a tipos muy altos sin que la economía se venga abajo, hay que subirlos a lo largo de años, no en dos meses.

Neinor y Catalana Occidente ya las he vendido, no me quedan ganas de volver a invertir en España. Guindos ya dejó claro hace un par de meses que no iba a subir tipos de ninguna manera, que antes limitaría las hipotecas directamente, y sobre todo que no había que subir salarios. Entonces, en el caso de Neinor nos encontramos con sueldos devaluados y limitaciones en la financiación. En el caso de Catalana Occidente, hay una bola de 12.000 millones de bonos sin rendimiento de los que no se puede deshacer.

Y en la parte psicológica, hay también que decir que veo demasiado miedo y demasiado consenso bajista, lo que suele acabar en subidas.

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© A. Noguera