1 de mayo de 2022
Lo que Musk quiere hacer con Twitter

El pasado 4 de abril saltó la noticia de que Elon Musk había comprado el 9,2% de Twitter en el mercado, gastándose 2.900 millones de dólares. A partir de ahí, el gerente de Twitter, Parag Agrawal, le ofrece tener un asiento en el consejo de administración, pero él lo rechaza y dice que va a por toda la empresa, ofrece formalmente $43.000 millones por el 100% de las acciones, a $54,20 cada una.

Ahí salta el bombazo, porque además Musk dice que quiere liberar a Twitter de la censura, el "virus woke" y la deriva progre de la empresa. El partido demócrata tenía Twitter como tierra conquistada y había (aún hay) una abogada llamada Vijaya Gadde que había convertido aquello en un foco total de censura, expulsando a muchos tuiteros de derechas, cerrando cuentas, lanzando avisos y dando credibilidad a denuncias falsas. Saltan las alarmas en todo el conglomerado progre mundial y desde la UE y la Casa Blanca amenazan a Musk con regulaciones, sobre todo con quitar la famosa "sección 230" de la Communications Decency Act de EEUU. Esto no lo van a hacer, porque tumbarían directamente todas las redes sociales y volveríamos al Geocities y el Blogger, por lo que habría que saber algo de HTML para poder publicar y esto limpiaría internet de progres y volvería a dar la iniciativa a los inteligentes. No lo permitirán, estad tranquilos.

Ante esto, el consejo de administración de Twitter lanzó la famosa "píldora envenenada", una jugada jurídica sucia, aunque legal, para impedir que ningún accionista se pudiese hacer con más del 15% de la empresa. Ahí se creyeron algunos que estaba el peligro conjurado, que el truquito pararía a Musk, incluso salieron los típicos entendidos en la tele diciendo que la operación no podía prosperar. Obviamente, la estrategia de Musk era otra.

En los días siguientes se vio que detrás de la jugada está Jack Dorsey, el fundador de Twitter, que ha dirigido la empresa hasta hace poco. Se sabe que son amigos y, para mí, ha sido Dorsey el que le ha pedido ayuda a Musk para retomar el control. Aparte de las acciones que Dorsey conserva, que son el 2,4%, supongo que tiene ascendente sobre los otros grandes accionistas, después de tantos años tratando con ellos. Algunos de estos accionistas salieron en la CNBC diciendo que preparaban querellas contra Parag Agrawal por administración desleal, porque Twitter realmente no valía el dineral que Musk quería pagar.

A partir de ahí, la pildorita envenenada se la ha metido Parag Agrawal de supositorio. Los accionistas, como dueños de la empresa, le han obligado a aceptar la oferta.

Y ahora se abre la incógnita sobre la forma que tomará el nuevo Twitter. Ha dicho Musk que quiere una moderación más justa, abrir el algoritmo, permitir articulitos más largos y otras cosas de sentido común. Pero yo creo que la cosa va mucho más allá, me ha llamado sobre todo la atención un tuit del martes pasado del mismo Jack Dorsey:

"En principio, no creo que nadie deba poseer u operar Twitter. Tendría que ser un bien público al nivel de un protocolo, no una empresa. En cualquier caso, para resolver el problema de que sea una empresa, Elon es la solución única en la que confío. Confío en su misión de extender la luz de la consciencia".

Entonces, pienso que Dorsey ha convencido a Musk para convertir el Twitter en una cadena de bloques. Dice muy claro que quiere que sea un protocolo y no una empresa. Las afirmaciones de Musk sobre la necesidad de sacarlo de la bolsa irían también en ese sentido. Si esto ocurre, el Twitter se convertiría en la primera gran Organización Autónoma Descentralizada (o DAO), la primera aplicación de cadena de bloques de uso general. No sé cuánto valor podrían alcanzar sus criptoactivos, el Twittercoin, pero seguro que mucho más de lo que ha pagado Musk.

Este Musk dice Joe Rogan que es una especie de superhéroe. Es, sin duda, un tipo singular, es el más rico del mundo por mucha diferencia pero no ha fundado sus empresas más importantes. Hizo la primera para ayudar a su hermano, se metió en el PayPal porque los fundadores no lo sabían hacer funcionar, compró Tesla cuando iba a quebrar, y cada una la ha hecho más gorda que la anterior. Si saca el Twitter como blockchain, el golpe cultural mundial va a ser el más fuerte desde que salió la web. Sólo en el ámbito regulatorio, ya cambiarían las reglas del juego, porque eso de "voy a sacar normas y normativas para controlar lo que publicas" pasaría a ser: "A mí no me digas nada, esto es un ente descentralizado y virtual que es transparente a las regulaciones de los estados-nación".

Ya escribí en 2020 que es mi generación la encargada de diseñar la era de Acuario, porque crecimos durante el katún en libra y tenemos la mentalidad de aire incorporada de fábrica. Musk es del 71 y Dorsey del 76. Es claro que se van conformando las nuevas élites, que el mundo de Soros va decayendo y que los frikis de los ordenadores ya se están moviendo para cambiar toda la sociedad. Este proceso no hay nadie que lo vaya a poder parar.

Y tengo que hacer un disclaimer: cuando conocí la noticia y leí el acuerdo publicado en la SEC, compré acciones de Twitter a $50,97.

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© A. Noguera